¿Por qué invertir en oro en vez de en bitcoins?

bitcoin

La inversión en criptomonedas es por definición, el opuesto a la inversión en oro

Invertir en criptomonedas, conlleva serios riesgos, por tanto, antes de realizar cualquier compra importante, hemos de conocer su operativa hasta donde nos sea posible, puesto que, ni los reguladores, ni los usuarios entienden su funcionamiento al carecer de regulación. Con el tiempo, las experiencias adquiridas, e incluso con las burbujas, los mercados terminan autocorrigiéndose. En cualquier caso, invertir en oro, o invertir en bitcoins, son opciones muy diferentes

 

Qué son básicamente las criptomonedas:

Son monedas virtuales, no respaldadas por nada ni por nadie, aceptadas por una comunidad de usuarios, que permiten realizar transacciones con un bajo coste entre dos personas o entidades. Las operaciones se realizan independientemente de la ubicación de los usuarios y sin necesidad de entidades que validen la transacción. Su almacenaje es de forma digital.

Las criptomonedas, ni dependen, ni están reguladas por los bancos centrales o los estados. Su algoritmo matemático no puede ser modificado, por tanto, su valor viene determinado únicamente por la ley de la oferta y la demanda entre sus usuarios. Cualquier operación queda registrada en una “cadena de bloques” que puede ser consultada y que hace las veces de libro contable. La titularidad de los intervinientes es anónima.

Al contrario que las monedas oficiales, no pueden crearse monedas virtuales en cantidad ilimitada. En el caso de los bitcoins, el límite de creación está fijado en 21 millones de unidades.

 

Por qué son peligrosos los bitcoins como inversión:

No hemos de olvidar que su creador los concibió como moneda virtual, libre de manipulaciones y básicamente, para poder realizar transacciones financieras a un bajo coste. La idea no era crear un producto de inversión.

La volatilidad es muy elevada, son frecuentes variaciones en un solo día de un 2 ó un 5%. Hubo días de hasta un 20%.  En un solo mes, ha llegado a duplicarse su valor.

Los expertos en inversiones serios, que respetan el dinero de sus clientes, suelen huir de los activos que presentan altas volatilidades, poniéndolos en cuarentena. Entienden que invertir y gestionar el dinero de una persona o entidad, no es un juego. Nadie se ha arruinado al comprar lingotes de oro. La seguridad, junto con la rentabilidad, son las dos características fundamentales que ha de tener cualquier inversión.

Los metales preciosos son seguros y estables, por algo se llama al oro “valor refugio”, ya que, ante cualquier tormenta financiera, los ahorradores guardan a buen recaudo sus recursos, en espera de mejores tiempos.

Si bien las criptomonedas no pueden ser falsificadas, sí que pueden ser robadas. En el año 2014, la empresa nipona MT. GOX, que controlaba el 70% del mercado, tubo un robo de cuentas valorado en 450 millones de $USA. En 2016, la compañía Bitfinex también fue atacada por hackers y en este caso, el botín saqueado fue de 78 millones de $USA. El anonimato aporta ventajas y también serios inconvenientes, ya que permite escapar a cualquier control. Esto es exactamente lo que buscan los delincuentes informáticos.

El bitcoin es la moneda virtual más usada, pero no dejan de aparecer nuevas criptomonedas, que también van adquiriendo un importante mercado, como el Ethereum. A principios de este año, el bitcoin poseía el 85% del mercado de las criptodivisas. En solo unos meses ha perdido cuota hasta bajar al 50%. En el mismo periodo de tiempo, el ethereum ha ganado más de un 20%. Esto demuestra que los usuarios de criptomonedas no son fieles y que si aparece una nueva moneda virtual con mejores condiciones, no dudaran en cambiar.

Ningún banco central o estado, cuenta con las criptomonedas en sus reservas.

Algunos hablan de burbuja de las criptomonedas, otros afirman que su uso no ha hecho más que empezar. Su futuro, no lo conoce nadie. Lo que sí que es cierto, es que tienen su lugar en las transacciones económicas.

Los estados podrían llegar a regular su uso, haciendo que pierdan gran parte de su atractivo. En cualquier caso, en el mercado cabe todo: criptomonedas, las divisas convencionales, bonos, metales preciosos y cualquier nueva forma financiera que pueda aparecer. Cada uno estudiará que es lo que puede interesarle y el uso de cada producto.

El tiempo pone todo en su lugar, el oro como activo, no tiene nada que demostrar, su milenaria historia, habla por él. Usar nuevos métodos de pago, es bueno y necesario, pero de eso, a confiar nuestros ahorros a algo excesivamente virtual va un mundo.

Germán Vega – Agosto de 2017 – Blog: ventadeorocmc.com

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